
El pasado mes de agosto 18 universitarias de Schoenstatt viajamos a Cuba a un pueblo llamado Santa Cruz del Sur donde recientemente ha empezado el Movimiento de Schoenstatt. Nuestra misión, a la que llamamos ADSUM MATER (Aquí estoy Madre), consistió en transmitir esa fe y ese amor por Cristo y María, que hemos recibido a través de Schoenstatt, a las familias, jóvenes y niños del lugar y ayudar en el proceso de fundación del Movimiento en Cuba, colaborando con el proceso de resurgimiento de la Iglesia Católica en el país.
Durante 20 días estuvimos alojadas en casas de familias de la parroquia de Santa Cruz que nos acogieron cariñosamente y compartimos nuestra misión con los jóvenes de la parroquia. De esta forma pudimos convivir con ellos y ayudarles en su trabajo apostólico: colaboramos con las campamentos de verano que se realizan con los niños del lugar (aprox. 300 niños), participamos en el primer campamento de Apóstoles de María en Cuba (Ver "Apóstoles de María"), visitamos las casas del pueblo para anunciar que el Santo Padre llegaba a Cuba en los próximos días, realizamos talleres de personalidad y liderazgo basados en la pedagogía del Padre Kentenich, etc.
Ha sido precioso experimentar como, en un país tan afectado por la revolución comunista durante la cual se prohibió la religión católica, las Iglesias se están volviendo a llenar, hay frecuentes bautizos de niños y adultos y surgen vocaciones jóvenes con muchas ganas de entregarse a su pueblo que tanto ha sufrido.
En resumen, fue una experiencia que ha marcado un antes y un después en nuestras vidas y al llegar de vuelta a nuestros hogares podemos decir con convicción que hemos recibido mucho más de lo que hemos dado.
